La pasada semana, la televisión pública dedicó su tiempo a poner unos cuantos cadáveres políticos ante las preguntas de una serie de ciudadanos, uno de ellos era el proetarra, Jose Luis Carod Rovira, el compañero de gobierno de Zapatero. Una ciudadana le pregunto porque había negociado con ETA que únicamente no matáran en Cataluña, olvidándose del resto de España, y Carod, la pregunto, si ella había estado en esa reunión para decir eso.Tiene razón Carod, cuando dice que no estuvimos en Perpignan, pero eso no nos impide saber lo que paso allí. Sólo hay que leer las distintas declaraciones de Carod ha hecho respecto a ETA , entre ellas, la mas contundente: una carta que exponemos a continuación. Es larga, pero imprescindible para comprender no sólo el concepto de ETA de los compañeros de gobiernos de Zapatero y Montilla, sino el de todo el nacionalismo.Con el título de ETA, Kataluñatik kanpora!, esta carta fue publicada por Jose Luis Carod-Rovira ( escribo Jose Luis porque el catalán es lengua cooficial pero su cooficialidad con el castellano empieza y acaba en Cataluña) en el panfleto étnico Avui el 31 de mayo de 1991, quince años antes de que pactara con el nacionalismo terrorista que ETA atentara fuera de Cataluña. La escribió en respuesta a la voladura por ETA de un cuartel de la Guardia Civil en Vic. En este atentado asesino a 10 personas, dos de ellas, niñas:
“No puedo callar. Debo alzar mi voz de independentista contra la de otros pretendidos independentistas. Debo hacerme oír con los que defienden el derecho de todos los pueblos del mundo a decidir su presente y su futuro sin ingerencias, frente a unos extranjeros que quieren ondear el mismo estandarte, pero que lo hacen con violencia y en mi país. ¿En nombre de qué?¿En nombre de quién? ¿Con qué derecho? ¿Quién os autoriza?
“Esta no es vuestra tierra, ni esta forma de luchar es la nuestra. Habéis vuelto a manchar con sangre inocente este país. Habéis vuelto a interferir nuestro lentísimo proceso hacia la liberación nacional, sin que os importara en absoluto nuestra situación como pueblo, el estado de nuestra conciencia colectiva, la complejidad enorme de nuestro contexto, las dificultades constantes en que debemos potenciar nuestro mensaje todos los que, desde siempre, contra toda adversidad, trabajamos para que la nación catalana figure con un color propio en el mapa de Europa. Habéis demostrado mofaros del concepto de internacionalismo y que la solidaridad entre los pueblos, incluso entre los pueblos oprimidos, ocupados, expoliados, descuartizados, por los propios estados, como es el caso vasco y catalán, os da exactamente igual.
“No obedecéis más lógica que la vuestra, ni otros intereses que los vuestros. Pero, ¿sobre qué podéis basar una lógica que desprecia, con toda impunidad, con toda la fanfarronería típicamente española, la lógica de los otros, en su propia casa? ¿Cuáles pueden ser esos intereses que van objetivamente contra los intereses de otro pueblo, tan oprimido como pueda estarlo el vuestro, en vuestro propio territorio?
“A ver si de una puñetera vez, al margen de la dialéctica, por cierto tan española, de los puños y las pistolas, sois capaces de entenderlo: Los vascos no sois españoles. De acuerdo. Pero los catalanes, tampoco. Y con acciones como ésta no hacéis más que españolizar Catalunya. Convertís los Països Catalans en tierra enemiga y a sus habitantes, en gente hostil. Y no lo somos. Deberíais saberlo.
“Cada bomba vuestra en nuestro país es una bomba contra el pueblo catalán, un torpedo contra la línea de flotación del independentismo catalán. Los avances políticos que vamos logrando, la victoria progresiva que vamos obteniendo en las conciencias de los ciudadanos, día tras día, se hunden gracias a vosotros.
“Quien sale perdiendo con ello somos nosotros. Es la Catalunya nacional, y las personas concretas, quienes sufren los estragos, y no España y todo su aparato. Aunque esto no parece importaros. Qué más da, que, por lo visto, con la estulticia de vuestras acciones nos perjudiquéis a nosotros y hagáis añicos nuestro tradicional sentimiento de simpatía hacia el pueblo vasco.
“Con vuestra torpeza nos lo ponéis imposible. Si os pagaran para hacerlo peor, seguro que no conseguiríais superaros en vuestra impericia. Y habéis ido hasta Osona, allá precisamente donde el nivel de conciencia nacional es más elevado, allí donde el independentismo político obtiene unos mejores resultados electorales y donde las fuerzas de disciplina española están más debilitadas.
“Sabemos en qué situación se encuentra Euskadi. Sufrimos con el pueblo vasco el drama de un pueblo condenado al aniquilamiento de su condición nacional. Sufrimos junto a él el sombrío horizonte de una lengua minorizada, de una cultura asfixiada, de una nación troceada. Conocemos su dolor porque también es nuestro, pero no vamos a Euskadi a interferir en su proceso. Es su país, no el nuestro.
“Luchando por nosotros, en nuestra casa, a nuestra manera, somos solidarios con su causa y con la de todos los pueblos del mundo que quieren ser libres. Y, del mismo modo que no pretendemos imponer nuestra lógica en casa de otros, no podemos admitir que otros lo hagan en la nuestra.
“Entendemos, sí, que debe forzarse una negociación política. Que es insostenible la angustia de medio millar de presos y la ansiedad de dos mil exiliados. Pero, ¿de verdad creéis que vais a facilitar el acceso a una salida pactada poniendo en vuestra contra incluso a quienes, compartiendo los objetivos, se oponen a los procedimientos?
“Por temperamento personal, por convencimiento ideológico y por eficacia política, soy contrario a la violencia. A cualquier violencia. Especialmente a la violencia institucionalizada, enconada, de los estados. Pero también a la de los oprimidos. Sobre todo cuando, como en vuestro caso, los oprimidos han perdido el sentido de la orientación y matan indiscriminadamente, incluyendo a niños.
“Nada de lo que os voy a decir es nuevo para vosotros. Os lo dije ya, hace medio año, en algún lugar de Euskadi, cuando en nombre de mi partido os pedí, formalmente, que no actuaseis más en mi país. Habéis respetado la petición durante seis meses. Ahora solo me atrevo a pediros que, cuando queráis atentar contra España, os situéis previamente en el mapa.
“Los catalanes estamos más que hartos de constatar, a lo largo de la historia, como hay quien se ve legitimado para decidir en nuestro nombre. Y nuestro futuro, y nuestro presente, en paz y libertad, solo nos corresponde a nosotros. No cedemos la decisión a los españoles. Pero tampoco os la cedemos a vosotros.“Sólo los catalanes podemos hablar, y decidir, en nuestro propio nombre. Esto, y no otra cosa, es el derecho a la autodeterminación nacional. Un derecho para el que, en Euskadi, mucha gente ha dado la vida y ha luchado con todas sus fuerzas. En los Països Catalans, también. Porque nadie tiene derecho a suplantar nuestra propia voz. Vosotros, tampoco.Carod-Rovira, ante el atentado de Vic, lejos de concentrar la condena del atentado en el estado de derecho y en la democracia, lo concentra en la defensa de la“nación” catalana. Su condena del atentado es meramente instrumental.
Para Carod, como hemos visto, y también para los partidos etnicistas vascos, ETA actúa mal no porque utilize el asesinato como idea política sino porque, según ellos, altera la estrategia de los partidos nacionalistas. Hoy el nacionalismo y el socialismo se califican como “democrátas” entre otras cuestiones, porque sostienen la necesidad del diálogo con los que practican el genocidio. Ellos entienden la democracia como el triunfo de las armas frente al estado de derecho. Nosotros, los verdaderos demócratas, no creemos que haya nada por encima del estado de derecho y tampoco creemos que una bomba lapa o un tiro en la nuca sean acciones políticas a contrarrestar políticamante, sino acciones delictivas. Esta carta no es una condena a una masacre terrorista, es una una apelación a ETA para que, cuanto quiera atentar, “os situéis previamente en el mapa”.
“No puedo callar. Debo alzar mi voz de independentista contra la de otros pretendidos independentistas. Debo hacerme oír con los que defienden el derecho de todos los pueblos del mundo a decidir su presente y su futuro sin ingerencias, frente a unos extranjeros que quieren ondear el mismo estandarte, pero que lo hacen con violencia y en mi país. ¿En nombre de qué?¿En nombre de quién? ¿Con qué derecho? ¿Quién os autoriza?
“Esta no es vuestra tierra, ni esta forma de luchar es la nuestra. Habéis vuelto a manchar con sangre inocente este país. Habéis vuelto a interferir nuestro lentísimo proceso hacia la liberación nacional, sin que os importara en absoluto nuestra situación como pueblo, el estado de nuestra conciencia colectiva, la complejidad enorme de nuestro contexto, las dificultades constantes en que debemos potenciar nuestro mensaje todos los que, desde siempre, contra toda adversidad, trabajamos para que la nación catalana figure con un color propio en el mapa de Europa. Habéis demostrado mofaros del concepto de internacionalismo y que la solidaridad entre los pueblos, incluso entre los pueblos oprimidos, ocupados, expoliados, descuartizados, por los propios estados, como es el caso vasco y catalán, os da exactamente igual.
“No obedecéis más lógica que la vuestra, ni otros intereses que los vuestros. Pero, ¿sobre qué podéis basar una lógica que desprecia, con toda impunidad, con toda la fanfarronería típicamente española, la lógica de los otros, en su propia casa? ¿Cuáles pueden ser esos intereses que van objetivamente contra los intereses de otro pueblo, tan oprimido como pueda estarlo el vuestro, en vuestro propio territorio?
“A ver si de una puñetera vez, al margen de la dialéctica, por cierto tan española, de los puños y las pistolas, sois capaces de entenderlo: Los vascos no sois españoles. De acuerdo. Pero los catalanes, tampoco. Y con acciones como ésta no hacéis más que españolizar Catalunya. Convertís los Països Catalans en tierra enemiga y a sus habitantes, en gente hostil. Y no lo somos. Deberíais saberlo.
“Cada bomba vuestra en nuestro país es una bomba contra el pueblo catalán, un torpedo contra la línea de flotación del independentismo catalán. Los avances políticos que vamos logrando, la victoria progresiva que vamos obteniendo en las conciencias de los ciudadanos, día tras día, se hunden gracias a vosotros.
“Quien sale perdiendo con ello somos nosotros. Es la Catalunya nacional, y las personas concretas, quienes sufren los estragos, y no España y todo su aparato. Aunque esto no parece importaros. Qué más da, que, por lo visto, con la estulticia de vuestras acciones nos perjudiquéis a nosotros y hagáis añicos nuestro tradicional sentimiento de simpatía hacia el pueblo vasco.
“Con vuestra torpeza nos lo ponéis imposible. Si os pagaran para hacerlo peor, seguro que no conseguiríais superaros en vuestra impericia. Y habéis ido hasta Osona, allá precisamente donde el nivel de conciencia nacional es más elevado, allí donde el independentismo político obtiene unos mejores resultados electorales y donde las fuerzas de disciplina española están más debilitadas.
“Sabemos en qué situación se encuentra Euskadi. Sufrimos con el pueblo vasco el drama de un pueblo condenado al aniquilamiento de su condición nacional. Sufrimos junto a él el sombrío horizonte de una lengua minorizada, de una cultura asfixiada, de una nación troceada. Conocemos su dolor porque también es nuestro, pero no vamos a Euskadi a interferir en su proceso. Es su país, no el nuestro.
“Luchando por nosotros, en nuestra casa, a nuestra manera, somos solidarios con su causa y con la de todos los pueblos del mundo que quieren ser libres. Y, del mismo modo que no pretendemos imponer nuestra lógica en casa de otros, no podemos admitir que otros lo hagan en la nuestra.
“Entendemos, sí, que debe forzarse una negociación política. Que es insostenible la angustia de medio millar de presos y la ansiedad de dos mil exiliados. Pero, ¿de verdad creéis que vais a facilitar el acceso a una salida pactada poniendo en vuestra contra incluso a quienes, compartiendo los objetivos, se oponen a los procedimientos?
“Por temperamento personal, por convencimiento ideológico y por eficacia política, soy contrario a la violencia. A cualquier violencia. Especialmente a la violencia institucionalizada, enconada, de los estados. Pero también a la de los oprimidos. Sobre todo cuando, como en vuestro caso, los oprimidos han perdido el sentido de la orientación y matan indiscriminadamente, incluyendo a niños.
“Nada de lo que os voy a decir es nuevo para vosotros. Os lo dije ya, hace medio año, en algún lugar de Euskadi, cuando en nombre de mi partido os pedí, formalmente, que no actuaseis más en mi país. Habéis respetado la petición durante seis meses. Ahora solo me atrevo a pediros que, cuando queráis atentar contra España, os situéis previamente en el mapa.
“Los catalanes estamos más que hartos de constatar, a lo largo de la historia, como hay quien se ve legitimado para decidir en nuestro nombre. Y nuestro futuro, y nuestro presente, en paz y libertad, solo nos corresponde a nosotros. No cedemos la decisión a los españoles. Pero tampoco os la cedemos a vosotros.“Sólo los catalanes podemos hablar, y decidir, en nuestro propio nombre. Esto, y no otra cosa, es el derecho a la autodeterminación nacional. Un derecho para el que, en Euskadi, mucha gente ha dado la vida y ha luchado con todas sus fuerzas. En los Països Catalans, también. Porque nadie tiene derecho a suplantar nuestra propia voz. Vosotros, tampoco.Carod-Rovira, ante el atentado de Vic, lejos de concentrar la condena del atentado en el estado de derecho y en la democracia, lo concentra en la defensa de la“nación” catalana. Su condena del atentado es meramente instrumental.
Para Carod, como hemos visto, y también para los partidos etnicistas vascos, ETA actúa mal no porque utilize el asesinato como idea política sino porque, según ellos, altera la estrategia de los partidos nacionalistas. Hoy el nacionalismo y el socialismo se califican como “democrátas” entre otras cuestiones, porque sostienen la necesidad del diálogo con los que practican el genocidio. Ellos entienden la democracia como el triunfo de las armas frente al estado de derecho. Nosotros, los verdaderos demócratas, no creemos que haya nada por encima del estado de derecho y tampoco creemos que una bomba lapa o un tiro en la nuca sean acciones políticas a contrarrestar políticamante, sino acciones delictivas. Esta carta no es una condena a una masacre terrorista, es una una apelación a ETA para que, cuanto quiera atentar, “os situéis previamente en el mapa”.
8 comentarios:
'Tiene razón Carod, cuando dice que no estuvimos en Perpignan, pero eso no nos impide saber lo que paso allí. '
Efectivamente no hay que haberse convertido en mosca para suponer el sabor de la mie*da y también sabemos que lo de los nazional-sociali$tas huele muy mal.
El mismo en su carta critica el terrorismo solo por que le estropeaba sus planes o sus ambiciones, pero en ningún momento la crítica es por otro motivo. El intentar ocultar su pacto con ETA es tan absurdo como el, saludos.
Hola Decentes, muy bueno el análisis.
Me ilustró.
Un gran saludo, Martha Colmenares
En cualquier otro país,Carod estaría procesado por colaboración con banda armada y apología del terrorismo.
Esto son indicadores obvios,de que España no es una democracia real,que reuna todas las garantias.
Cada vez que tengo ocasión de rememorar el episodio de Perpignan, me pongo malo.
Yo también me pongo mala, sólo de pensar lo de Perpignan, PERO DE RABIA E IRA!!!!
Un Abrazo
Ja ja,como siempre,carrajero, de crack.
asi es,Caballero ZP,el terrorismo es para él una arma política a contrarrestar.
Muchisimas gracias,Martha.Otro gran saludo para tí.
Dices muy bien,Julio.El problema es que en España se usa mucho la palabra democracia pero se desconoce lo que conlleva.Falta mucha pedagogia y menos manipulacion mediatica.
summun y marta, compartimos sentimientos hacia ese hecho.Sucedio porque Zapatero ha regionalizado todo, incluido,la negociacion con los terroristas.
Saludos a todos
Sin ETA, no tendrían qué llevarse a la boca ninguno de ellos. Se lo deben y lo saben.
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