Después de decenas de años legitimando la ilegalidad del poblado de la CAÑADA REAL GALIANA mediante el cobro de impuestos a sus residentes, el ayuntamiento de Madrid ha decidido mediante la orden judicial oportuna la demolición de este poblado. Se trata de un poblado hecho a base de construcciones particulares ilegales en el que conviven la marginalidad en forma de pobreza y en forma de preciosos chalets. En él esta lo mejorcito de cada pueblo, marroquíes, gitanos rumanos y españoles dedicados al trafico de drogas y al robo diario en la ciudad han hecho este poblado el mayor foco de Madrid de delincuencia.
El día de la intervención de la policía para llevar a cabo la demolición legal del poblado, sus residentes contestaron con piedras, ladrillos dejando una veintena de policías heridos. Las imagenes de la televisión nos mostraban escenas propias de la franja de Gaza (salvando las distancias en cuanto a las armas) . De hecho, los musulmanes ya hablan de intifada frente a los cristianos que les atacan, e incluso, la cadena de televisión Al-Jazeera esta dando buena cuenta de estos acontecimientos tratando de convertir un asunto legal en una guerra de religiones. Aquí, desde el primer minuto del suceso, el aparato mediático de la izquierda, empezó a caer en la complacencia con la delincuencia e ilegalidad de los residentes del poblado. Se advirtieron declaraciones que calificaron de exagerada la actuación policial, se dijo que esto ocurría porque se trataba de pobres y que el estado de bienestar tenia que estar por encima del estado de derecho. En definitiva, la misma respuesta inmoral, hipócrita, rancia y demagógica que suele dar la izquierda política y mediática ante hechos sociales. Ha sido, por tanto, el aparato mediático de la izquierda quien ha desnaturalizado lo ocurrido y quien ha ayudado a estos residentes a convertir un problema de ilegalidad de ellos en un problema de ilegalidad de la actuación policial.
El Ayuntamiento de Madrid ha dicho, que se a seguir con el derribo y que los residentes de este poblado serán realojados. Esperemos que que el Ayuntamiento cumpla su palabra y haga desaparecer este foco de delincuencia y droga, pero sería oportuno que, para ello, reciba el apoyo de las otras Administraciones, la autonómica y la estatal. De momento una juez ha suspendido cautelarmente, a instancias de los afectados, la demolición. En cuanto al realojo, me parece una tomadura de pelo por dos cuestiones. Primero porque la experiencia dice que los realojados tardan sólo meses en vender sus casas y volver a su status natural: el chabolismo. Y segundo y fundamental, porque el realojo seria una prima a la ilegalidad y a la delincuencia y una discriminación para todos aquellos que trabajamos honradamente para llegar a tener una vivienda propia de forma legal.
El caso de Cañada Real Galiana no es un caso simple. Este caso encierra la cuestión de cual debe ser la respuesta de las Administraciones ante la inmigración ilegal y marginal. Si no queremos tener en unos años, una bolsa de inmigrantes que pongan en peligro el estado de derecho, como ya sucede en otros países, se debe de actuar con la ley y sin complejos.
El día de la intervención de la policía para llevar a cabo la demolición legal del poblado, sus residentes contestaron con piedras, ladrillos dejando una veintena de policías heridos. Las imagenes de la televisión nos mostraban escenas propias de la franja de Gaza (salvando las distancias en cuanto a las armas) . De hecho, los musulmanes ya hablan de intifada frente a los cristianos que les atacan, e incluso, la cadena de televisión Al-Jazeera esta dando buena cuenta de estos acontecimientos tratando de convertir un asunto legal en una guerra de religiones. Aquí, desde el primer minuto del suceso, el aparato mediático de la izquierda, empezó a caer en la complacencia con la delincuencia e ilegalidad de los residentes del poblado. Se advirtieron declaraciones que calificaron de exagerada la actuación policial, se dijo que esto ocurría porque se trataba de pobres y que el estado de bienestar tenia que estar por encima del estado de derecho. En definitiva, la misma respuesta inmoral, hipócrita, rancia y demagógica que suele dar la izquierda política y mediática ante hechos sociales. Ha sido, por tanto, el aparato mediático de la izquierda quien ha desnaturalizado lo ocurrido y quien ha ayudado a estos residentes a convertir un problema de ilegalidad de ellos en un problema de ilegalidad de la actuación policial.
El Ayuntamiento de Madrid ha dicho, que se a seguir con el derribo y que los residentes de este poblado serán realojados. Esperemos que que el Ayuntamiento cumpla su palabra y haga desaparecer este foco de delincuencia y droga, pero sería oportuno que, para ello, reciba el apoyo de las otras Administraciones, la autonómica y la estatal. De momento una juez ha suspendido cautelarmente, a instancias de los afectados, la demolición. En cuanto al realojo, me parece una tomadura de pelo por dos cuestiones. Primero porque la experiencia dice que los realojados tardan sólo meses en vender sus casas y volver a su status natural: el chabolismo. Y segundo y fundamental, porque el realojo seria una prima a la ilegalidad y a la delincuencia y una discriminación para todos aquellos que trabajamos honradamente para llegar a tener una vivienda propia de forma legal.
El caso de Cañada Real Galiana no es un caso simple. Este caso encierra la cuestión de cual debe ser la respuesta de las Administraciones ante la inmigración ilegal y marginal. Si no queremos tener en unos años, una bolsa de inmigrantes que pongan en peligro el estado de derecho, como ya sucede en otros países, se debe de actuar con la ley y sin complejos.
5 comentarios:
Me he quedado flipado viendo las imágenes del edificio derribado por la Policía hace 48 horas: ya está casi construído de nuevo.
Para que luego digan que no hay iniciativa y que el ladrillo va mal xD
Si no queremos tener en unos años lo que ha ganado en Suiza, habrá que ajustar el movimiento del péndulo.
Las televisiones siguen mostrándonos con orgullo la reconstrucción ilegal que supone un desafío a la justicia. Vergonzoso, Saludos.
Es todo un problema, y uno con muy mala prensa.
Ciertamente lo de incentivar el chabolismo con realojos gratuitos es un riesgo, pero, ¿qué alternativa queda? Si realmente hay 40.000 personas, pocas.
Tenemos un problema gordo...
Publicar un comentario