martes, 28 de agosto de 2007

RESPONSABILIDAD PENAL DE MENORES

¿QUÉ LES QUEDA A LOS JÓVENES?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿Sólo Grafitti? ¿Rock? ¿Escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿Cocaína? ¿Cerveza? ¿Barras bravas?
les queda respirar/ abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿Vértigo? ¿Asaltos? ¿Discotecas?
también les queda discutir con Dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan/ abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno/
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti
La vida ese paréntesis (1998).

La exigencia de responsabilidad penal a los menores ha evolucionado y ha sufrido grandes modificaciones a lo largo de la historia. En nuestro Derecho penal codificado se han seguido distintos criterios, el Código Penal de 1995 (vigente en la actualidad), altera fundamentalmente el sistema al prescindir de la atenuante de ser menor de 18 años, y en el Capítulo "De las causas que eximen de responsabilidad" no incluye la minoría de edad (En contra de los Códigos penales anteriores que seguían un sistema mixto, considerando a los menores de una determinada edad como irresponsables criminalmente, y aplicando una atenuante a los menores de 18 años).

El Artículo 19 del CP dispone "Los menores de 18 años no serán responsables criminalmente conforme a este código. Cuándo un menor de dicha edad cometa un hecho delictivo podrá ser responsable conforme a lo dispuesto en la ley que regule la responsabilidad penal de menores".

Dicho Artículo, no entró en vigor, es decir, no fue aplicado hasta la entrada en vigor de la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal del Menor, a saber, la LEY ORGÁNICA 5/ 2000, de 12 de enero. Dicha ley estaba guiada por principios tales como:

- Ser una ley formalmente penal, pero materialmente sancionadora- educativa;
- Reconocimiento expreso de todas las garantías que se derivan del respeto a los derechos constitucionales;
- Diferenciación de diversos tramos a efectos procesales y sancionadores en la categoría de infractores menores de edad;
- Flexibilidad en la adopción y ejecución de las medidas adoptadas.

Era una ley bastante blanda, que no respondía a las necesidades sociales, era una ley no adecuada a los problemas reales e insuficiente para dar respuesta al aumento de la delincuencia juvenil, máxime por cuánto a pesar de tener naturaleza de Disposición Sancionadora, rechaza finalidades del Derecho Penal de Adultos, tales como: La proporcionalidad entre el hecho y la sanción, o la intimidación a los destinatarios. Una ley en que primaba en todo caso el interés del menor delicuente, incluso por encima del interés de la víctima, que no olvidemos que en gran parte de los casos, suele ser también menor de edad.

Así las cosas, era necesaria la reforma de la LO del año 2000, dada la deslegitimación de la misma a los ojos de la ciudadanía, que no se veía suficientemente protegida y amparada ante este tipo de delincuencia. La reforma se llevó a cabo por la LEY ORGÁNICA 8/ 2006 de 4 de Diciembre (en vigor desde febrero del 2007), por cuánto según su propia Exposición de Motivos "Las estadísticas revelan un aumento considerable de los delitos cometidos por los menores, lo que ha causado una gran preocupación social y ha contribuido a desgastar la credibilidad en la ley por la sensación de impunidad de las infracciones más cotidianas."

En la Ley del año 2006, el interés superior del menor, sigue primando, pero se entiende que éste es perfectamente compatible con el objetivo de pretender obtener una mayor proporcionalidad entre la respuesta sancionadora y la gravedad del hecho, y así:


- Se amplían los supuestos en que se pueden imponer medidas de internamiento en régimen cerrado a los menores.
- Se adecúa el tiempo de duración de las medidas a la entidad de los delitos y a las edades de los infractores.
- Se faculta al Juez para acordar que el menor que éste cumpliendo medida de internamiento en régimen cerrado, al cumplir los 18 años pueda terminar de cumplirla en centro penitenciario ordinario.
- Se establece como nueva medida cautelar el alejamiento de la víctima o de sus familiares.
- Se revisa el régimen de imposición, refundición y ejecución de las medidas;
- Se refuerza especialemtne la atención y reconociemiento de los derechos de las víctimas...


La nueva Ley del año 2006, ha sido ya objeto de numerosas críticas y comentarios. Algunas Organizaciones como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), la Coordinadora de Barrios de Madrid, el Club amigos de la UNESCO en Madrid y Presos Galiza han formado una plataforma que aglutina 14 colectivos de toda España y que critica el endurecimiento de la Ley del Menor. Denuncian las 14 organizaciones en un documento conjunto que el texto “abusa de las medidas cerradas, se basa en respuestas penales y represivas, que dificultan la futura reinserción de los menores infractores y se generaliza el aislamiento, el uso de medios de contención y la aplicación de criterios sancionadores y no educativos”. Frente a estas opiniones, algunos otros, como el Fiscal de Menores de Madrid creen positivo que "los menores puedan cumplir su condena en centros penitenciarios cuando alcancen la mayoría de edad", puesto que según él "se da la situación de que condenados que han cumplido medidas de internamiento en régimen cerrado no han mostrado ni un ápice de arrepentimiento", alega también el fiscal que "Con esta Ley se persigue una finalidad educativa. Los fiscales y los jueces no somos educadores. La educación empieza en casa y continúa en la escuela" y opina no obstante que "No se debería hablar de endurecimiento de penas, sino de una intervención rápida para conseguir la reinserción". Para el presidente de Movimiento contra la intolerancia, Esteban Ibarra, "la reforma de la Ley es sensata y equilibrada, que llega con años de retraso por cuánto la anterior ley tenía espacios de impunidad y afirma que la ley dará más derechos a las víctimas, la mayoría de ellas también menores de edad."

Desde nuestro punto de vista, la exigencia de responsabilidad penal a los menores, nó sólo requiere una rápida intervención, sino por supuesto un endurecimiento de las penas, una aplicación efectiva e íntegra de las mismas, y la finalidad de intimidación de los destinatarios. La Ley debe tener finalidad de prevención social, debe servir para disuadir de cometer nuevos delitos, debe ser ejemplificadora, y para ello deberá contar con el rigor que sea necesario.

Según la doctrina, como fundamento de la culpabilidad, habremos de considerar la imputabilidad, concepto que suele elaborarse centrándolo en el sujeto como cualidad o modo de ser del mismo. Saverio Arabia la define como "aptitud para poder cometer un delito y soportar su pena", es una especie de capacidad jurídica. Luzón Domingo perfila la imputabilidad como la posibilidad con relación a una serie de actos del sujeto, en virtud de la cuál le podrán ser atribuidos, como su causa consciente, eficiente y libre. La imputabilidad es por tanto antecedente necesario de la culpabilidad, en cuánto es actualización de aquella, pero el concepto de culpabilidad no puede formularse positivamente, sino que habrá de deducirse de la no concurrencia de las causas que las excluyen: Anomalía o alteración psíquica, alteración de la percepción de la realidad...(Y demás causas previstas en el Artículo 20 del CP).

En base a esto, entendemos en este Blog, que en Juicio, deberá examinarse, valorarse y declararse, si un menor de edad, ha cometido el hecho con discernimiento o no y si ha obrado por tanto o no con malicia, y por supuesto si en el momento de cometerlo concurría en el jóven delincuente o no causa de las que excluyen la responsabilidad. Y en el caso de que el menor, haya obrado con discernimiento y malicia y no concurriendo en él causa de exclusión de la responsabilidad, entendemos, debe caer sobre él, el peso de la ley en todo su rigor, deben aplicarse en este caso los principios del derecho penal de adultos (no hay mucha diferencia entre un delincuente jóven, que actúa con plena consciencia y discernimiento, y un delicuente adulto, en el sentido en que en ambos concurre una peligrosidad criminal, que ha de corregirse, y por cuánto entrañan el mismo peligro para la sociedad), no debe quedar ninguna actitud suya impune, deben cumplirse íntegramente las penas, eso sí en un centro adecuado a su edad y al desarrollo de su personalidad, en esto sí debe existir diferencia, y los menores no deben cumplir su condena en un centro penitenciario de régimen ordinario, sino en centro de correción de menores, al menos hasta el momento de cumplir la mayoría de edad, en que consideramos adecuado, que termine de cumplir la condena en centro penitenciario de adultos.

Es evidente que la delincuencia juvenil se ha ido incrementando en los últimos tiempos, los menores son cada vez más violentos, y si años atrás a lo sumo veíamos como los menores, cometían alguna infracción contra el patrimonio o de naturaleza similar, podemos observar en la actualidad cómo ahora, los menores no muestran respeto alguno por sus educadores, humillan y maltratan a sus padres y profesores y cometen delitos de sangre, contra las personas, contra la libertad sexual, con una violencia y maldad extrema.

Frente a esto es necesario una respuesta penal firme, pero más necesario aún que esto lo es una adecuada política social. Actualmente, la sociedad carece de muchos valores, se embrutece y empobrece moralmente sin freno, y es con esto con lo que hay que acabar.

En la actualidad el perfil del delincuente juvenil está perfectamente delimitado, se pueden señalar una serie de factores individuales y biográficos que caracterizan al delincuente juvenil y que llevan a la conclusión de que el delincuente juvenil es una persona con un gran conjunto de deficiencias. Entre tales factores podemos citar, sin ánimo exhaustivo, los siguientes: Impulsivo, Con afán de protagonismo, Fracaso escolar, Consumidor de drogas, Baja autoestima, Familia desestructurada, Falto de afectividad, Agresivo, Sin habilidades sociales, Poco equilibrio emocional, Inadaptado, Frustrado....

¿Qué podemos esperar de unos jóvenes, a quienes sus padres no les dedican suficiente atención, ni les ofrecen suficiente afecto?, ¿Qué podemos esperar de ellos, si sus padres lejos de dedicarles tiempo para conversar con ellos y explicarles y advertirles de los peligros del consumo de alcohol, drogas y de frecuentar malas compañías, deciden primar sus intereses y optan por descansar y sentar a sus hijos frente a internet o frente a la televisión, (una televisión en la que se nos muestran actitudes cargadas de violencia, carente de valores, cargadas de alto contenido sexual y en la que se nos muestran como niños exitosos y valorados por sus compañeros a niños rebeldes, insolentes, violentos, consumidores de drogas...), o en la misma situación de comodidad, deciden dejar campar a sus anchas a sus hijos por las calles hasta altas horas de la noche sin ni siquiera preocuparse por sus compañías?.

Desde nuestro punto de vista, sin la vuelta a los valores tradicionales, sin que se vuelva a la familia tradicional, en la que prime la educación de los hijos frente a la comodidad de los padres, sin antes entender que el paso de la más absoluta restricción al más absoluto libertinaje, no es la solución, ninguna ley servirá para acabar con el problema de la delincuencia juvenil.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Es intolerable la violencia de los jóvenes de hoy en día...más no son ellos los culpables, sino los padres despreocupados que no hacen sino mirarse el ombligo y defender su comodidad....no se dónde vamos a llegar!!!!!

Gracias por todos los datos clarificadores que aportas del tema!!

Saludos,

Francisco

Enrique de la Torre dijo...

Hola,

Hace pocos días descubrí tu blog. No se desde dónde escribes realmente, pero imagino que no desde Cataluña.

Por mi parte, señalarte que en Tarragona somos ya bastantes los jóvenes liberales que usamos este sistema, como otro medio de comunicación a través del cual poder expresar nuestras ideas.

Particularmente, recomendar unos cuantos, como son: http://hurtisliberal.blogspot.com; http://bonetliberal.blogspot.com; http://www.alejandropopular.com.

En cuanto al asunto de refererencia y por todo lo demás, deduzco que tienes estudios jurídicos como yo, y que veo que has entendido la problemática con respecto a los menores, más preocupados hoy en día de cómo dejar por los suelos a un profesor, que por aprender.

El premio concedido lo tienes bastante merecido. Gran blog y documentación.

Añado tu blog a mi lista, saludos.

Luis Amézaga dijo...

"la ley dará más derechos a las víctimas" No más. La ley debe garantizarle los derechos a las víctimas, sólo eso.

La responsabilidad penal del irresponsable es asunto complejo. Deben conocer los valores, y alguien tiene que tener valores para poder formar a los menores.

Draco dijo...

Una entrada magnífica.

Un abrazo.

Algunas veces lo consigo :)

Draco dijo...

PD/.- Ha ido a mi recomendación de lecturas.

Anónimo dijo...

Catalunya, NO és Espanya. Visca Catalunya lliure!

Decentes dijo...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios:

Totalmente de acuerdo con tu postura,Francisco, son los padres los máximos responsables de la conducta de los jóvenes. Los padres tienen el deber y la responsabilidad de velar por sus hijos y procurarles una formación integral.

De la Torre, un placer haber descubierto tu Blog y los demás que nos recomiendas.

Luis...efectivamente, este es un tema espinoso y complicado, como decíamos son los padres, quienes deben empezar a educar a los hijos, y si éstos carecen de valores, dificilmente, podrán inculcarlos a sus descendientes.

Draco, gracias por tu comentario y por recomendar la lectura de esta entrada en tu Blog (temíamos fuera algo tediosa por razón de la extensión), nos alegra que te guste.

Anónimo,este blog no acoge a borregos totalitarios.Aprendete primero las reglas del juego(LA CONSTITUCIÓN)y luego si quieres juega.A TI TE IBA A DAR YO LIBERTAD.

Adamantio dijo...

La Ley del Menos es un chiste. Tan blanda que produce a cualquier menor la sensación de que independientemente de la barbaridad que haga, quedará impune.

Esta ley, junto con la de extranjería, fue uno de los grandes errores del PP, pues en lugar de hacer lo que realmente deseaban, se dejaron arrastrar por esas "teorías políticamente correctas" que quedan muy bien sobre el papel, pero que en la realidad acaban produciendo un desastre.

Se necesita mano dura.


Saludos.

Anónimo dijo...

De acuerdo decentes en tu exposición de ideas, gracias, como siempre por tu abundante y tan bien fundada documentación.

Es cierto que la ley de menores es mala, hay que mejorarla, sin duda.

Me gustaría, por otro lado, subrayar que NO ES LA SOLUCIÓN, los valores son transmitidos por la familia nuclear, la familia en sentido
lato, el colegio, la television, los videojuegos...

nemo datur quid non habet, o algo así, es ahora sí, el papa estado el que ha de salvar las carencias de los arriba señalados, pero quién le pone el cascabel al gato, quién controla a las instituciones en este sistema de convivencia decrepito.

Recibe mi más sólido aliento de ánimo para continuar en tu labor de difusión de ideas, de perpectiva liberal, perfectamente, en ocasiones refubles( es cómodo destruir antes que proponer)

por cierto macho, no te calientes con el ciudadano que propugna la cataluña libre( negamos la mayor).

un abrazo

LMDT

Decentes dijo...

De acuerdo, ADAMANTIO.El PP tuvo la oportunidad de legislar para destruir este sistema progre pero le pudieron sus complejos,es decir,PRISA.

Saludos

Madredeltopo de acuerdo en que en la educacion de los jovenes influyen factores que van mas alla de sus padres.Pero tambien es cierto que esn estos debe empezar.

Plantear que sea el ideologo de este sistema(el Estado)el que controle los factores que influyen en la educacion es una frivolidad.¿Como va a ser el sistema el encargado de destruirse a si mismo?.

Razon no te falta en que hay que destruir pero tambien proponer.Y nosotros lo hacemos,proponemos una ley que no de sensacion de impunidad a los jovenes delincuentes.Endurecimiento de las penas en determinados delitos.Una ley en definitiva que les haga aprender que deben ser responsables de sus actos y asumir las consecuencias de los mismos.No obstante,no somos legisladores.

No se donde has visto nervios en mi contestacion al anonimo.Si me hubiese guiado por mis nervios la contestación hubiera sido muy diferente.Es que este blog no esta para tratar anomalias intelectuales.

Saludos exaltados

Sempietnos dijo...

Que la educación de los hijos corresponde a los padres,es algo obvio y que nadie puede poner en duda.
A esto hay que añadirle el apoyo que deben recibir desde los centros de enseñanza y a través de los educadores y prpfesores.
¿Dónde está entonces el problema?.
Pues en una dejadez,en el abandono de las responsabilidaes,hasta el punto que el joven,nuestros hijos,se enfrentan a una sociedad donde se han devaluado papeles y conceptos tales como respeto,educación,autoridad o disciplina.
La Legislación Penal en España es francamente blanda,en ocasiones inocuas,y los profesionales de la judicatura nos encontramos en la tesitura de no poder aplicar penas en consonancia con los delitos cometidos.
Por cierto,decentes:un magnífico post.

Caballero ZP dijo...

Creo que estamos padeciendo las causas de una generación mayoritariamente irresponsable, con ningún tipo de preocupación importante, que pensaba que la educación de sus hijos era una cosa innata y en la que ellos su única responsabilidad era alimentarlos y pagarle sus caprichos. La realidad es que los resultados se ven en forma de niños, violentos, mal educados, sin alicientes y con una escasa formación. No tengo que decir, que la mayoría de estas “familias”, siguen y seguirán votando al PSOE, pues nunca fueron capaces de emprender algo por ellos mismos, saludos.

Aguador dijo...

Amigo Decentes:

Pásate por aquí y recoge tu merecido premio.

Saludos,
Aguador

Decentes dijo...

Gracias Sempietnos por tu comentario, es todo un honor recibir una crítica así de un profesional de la Judicatura.

Sin duda, estamos de acuerdo tanto contigo como con Caballero ZP, el origen, desde nuestro punto de vista de tanta violencia juvenil, en la mayor parte de los casos, esta en los padres, en la falta de la atención suficiente, en una culpa "in educando" e "in vigilando", si en casa no se les impone un mínimo de educación, no se les somete a unas determinadas normas de conducta, si no se les impone unos límites...no los conoceran y poco podrá hacerse ya en los colegios.

Aguador, muchas gracias por el premio!!!

Saludos a todos!!!!

Anónimo dijo...

Me niego creer que los padres, citando el texto evangélico, den escorpiones a sus hijos, les enseñen violencia y dinero fácil, salvo en excepciones confirmatorias de la tesis.

El chico no nace malo, más bien lo contrario, cubierto de inocencia, el virus social viene de fuera, especialmente de la televisión, videojuegos, internet, colegios e institutos y la publicidad...

Creo que estas ramas sí son susceptibles de mediatización y control. En lugar de favorecer el alumno irrepetuoso y que actúa a modo de lastre para el resto de la comunidad de su clase, educación obligatoria hasta los 16 años o 18 años- pobres los padres que no cumplan-, posibilidad de pasar de curso con varias asignaturas suspendidas, lo importante es participar en la escuela y la "creatividad" e "inspiración" de los estudiantes, no el estudio.... Apoyar a los profesores, investirles de autoridad, verbi gratia.


En este momento parece que los padres, que en ocasiones no dudo que sean el origen y causa inmediata de una "mala educación", se ven sobrepasados por los agentes deseducadores exógenos, ahí es donde han de intervenir las instituciones.

La ley de responsabilidad penal del menor no es más que un parche, cuya aplicación no es más que la prueba evidente del falló en la labor educadora. Cuanto más dura sea la misma, mayor es el reconocimiento de nuestra derrota y de este Estado Social y democrático decadente.( en adelanta prometo ser optimista)

un abrazo afectuosamente enviado.

Decentes dijo...

Sin duda hay muchos factores exógenos al nucleo familiar, que influyen en la conducta desarreglada de los jóvenes...pero otros muchos pueden ser evitados.

Tampoco decimos nosotros que los padres sean en todas las ocasiones los que suministren el veneno a los hijos, o al menos conscientemente, pero si que les hacen mucho daño, no prestándoles la suficiente atención, no manteniendo charlas con ellos acerca de lo que está bien y lo que no lo está, acerca de sus intereses, de cómo van sus clases, de que tal les va con sus amigos (hay quien no sabe ni siquiera las compañías que frecuentan sus hijos)...todo esto hace mucho daño, y en ocasiones, los jóvenes, cometen sus primeros actos de vandalismo, única y exclusivamente para llamar la atención de sus padres, para acaparar un poco de su atención y esto es muy triste.

Evidentemente la televisión, internet...enseña a los niños actitudes violentas, amorales, frívolas...y ¿Que hacen ante esto algunos padres?, NADA...muchos encienden el ordenador o la televisión a sus hijos, sin importarles en demasía su contenido, con la finalidad de que estos estén entretenidos, sin dar la lata, y así poder desconectar, descansar, o dedicarse a otras actividades menos cansadas.

Evidentemente ante los agentes deseducadores, las instituciones deben intenvenir, pero ante la falta de intervención, los padres, también pueden reaccionar ante éstos...Recuerdo que jamás, hasta que tuve cierta edad, me dejaron ver, o leer nada que a mis padres les pareciera poco recomendable, no tenían ningún problema, y yo no me traumatizaba por ello, en quitarme un libro que me proponía leer diciéndome que tendría tiempo de leerlo cuándo tuviera más edad, ni se cortaban nada en quitarme una película con grandes dosis de violencia alegando iguales argumentos. Recuerdo haber mantenido grandes charlas con mis padres, acerca de lo malo de las drogas, del alcohol...acerca de quien eran mis amigos y lo que hacía con ellos, acerca de lo que me gustaba o no en el colegio, y recuerdo oir grandes sermones de mis padres, acerca del respeto que se debía tener a los profesores, a las personas mayores....

Reconozcamos, o al menos es nuestro punto de vista, que muchos padres, hoy en día, no se muestran en actitud demasiado diligente con sus hijos, por falta de tiempo o de ganas.

Otro abrazo muy afectuoso para ti Madredeltopo.