miércoles, 20 de junio de 2007

LA DERECHA SÓLO CREE EN EL MATRIMONIO RELIGIOSO

El feminismo del siglo XIX, arremetió contra el matrimonio como una de las formas de dominación del varón.Es difícil sostener que la legislación actual del matrimonio suponga una discriminación en detrimento de la mujer.Mas bien se trata de un poco riguroso y falso análisis de la realidad social:es la izquierda la que se ocupa mas de las mujeres, la que tiene hacia ellas un comportamiento mas igualitario, la que reivindica sus derechos.Las discriminaciones cotidianas, que siguen existiendo, no responden ni a tradiciones religiosas ni a practicas derivadas de ideologías políticas, sino al estado actual de la mentalidad social.

Nadie podrá alegar seriamente, que hoy en día, la izquierda mantiene,de modo generalizado, un comportamiento mas acorde con la igualdad que el de la derecha.Afirmarlo no tiene justificación ni en las políticas activas desplegadas, ni en la legislación aprobada, ni en la participación de las mujeres en las decisiones de los partidos que representan unas u otras doctrinas políticas.

Incapaces de formular de otro modo su interés por las mujeres, la izquierda, en España y en otros países europeos ha defendido o puesto en practica cuotas de mujeres en listas de electorales o en Consejos de Administración u otras formulas de "discriminación positiva". A la derecha liberal este sistema le puede parecer bienintencionado, pero no es partidaria de las discriminaciones, aunque sean positivas, sino de la igualdad de hombres y mujeres. Las cuotas son una manifestación de impotencia, ya que imponen el cumplimiento de una formalidad legal y no mira a la preparación personal.

Mas ridículo es aún que se pretenda resolver injustas discriminaciones mediante la eliminación o la tergiversación de algunas instituciones sociales.Con este planteamiento se ha atacado la institución matrimonial.Con este planteamiento y con el fundamento ideologico de pensar que modificar las instituciones cambia la naturaleza humana, como si aquellas no surgieran necesariamente de la acción de los seres humanos.

El matrimonio que defiende la derecha liberal, no es el religioso aunque alguno de sus miembros,por convicción personal, lo hagan de modo privado.La institución matrimonial, a efectos de su regulación legal, no es una institución religiosa, sino una realidad contractual entre un hombre y una mujer que ha ido evolucionando a lo largo de la historia con el propósito de regular en pie de igualdad la convivencia y la formación de una familia.Como es un contrato suscrito libremente, no es una obligación, es decir,la elección de cualquier tipo de convivencia,vista desde el legislador o desde los poderes públicos, compete a cada ser humano, que habrá de buscar la felicidad como mejor le parezca.Le compete,sin embargo,regular la forma especifica del matrimonio porque implica derechos y obligaciones y se constituye como el fundamento de la familia.

Pueden aparecer nuevas formas de convivencia basadas en la libertad de opciones personales pero ello no afecta a la consideración del mismo como un contrato que debe ser reconocido y garantizado por los poderes públicos.La derecha liberal, desde luego, no lo considera,como lo hace cierta izquierda,una institución que,de un modo u otro,termina limitando la libertad de los ciudadanos que lo contraen.Implica compromisos, no hay duda, pero no son los compromisos,sino las imposiciones, las que restringen la libertad.

2 comentarios:

Gazulin dijo...

Las libertades de la izquierda con sus cuotas son obligaciones encubiertas. No se puede ser libre por obligación, por que en ese momento se dejaria de serlo.
El matrimonio es libre, y en mi opinion no tiene mas obligaciones que las que los contrayentes se propongan libremente y sin coacciones.

Decentes dijo...

Asi es gazulin,estos contemplan los compromisos en general como recortes de la libertad,cuando son los que permiten desrrollarse al ser humano.Saludos